La música, gran aliado
Movernos al ritmo de la música no sólo volverá más amena una actividad e impedirá que el entrenamiento nos aburra, sino que además, se ha comprobado que con música rendimos más y gozamos de muchos beneficios para la salud del organismo.
La música permite que nuestro sistema cardiovascular se optimice, pues arterias y venas se dilatan un 26% con la compañía de la música en nuestros oídos, lo cual implica que la sangre fluye sin inconvenientes por nuestro cuerpo, alimenta a los músculos y no permite que nos fatiguemos antes de tiempo.
Asimismo, ante la presencia de música se libera en nuestro cuerpo una sustancia llamada dopamina, que se asocia a nuestro bienestar, mejor humor, más motivación y más deseos de movernos.
Por estas razones, si estamos desanimados, si no encontramos fuerzas para entrenar, la música es un gran aliado, pues puede incrementar nuestro rendimiento y la motivación grandemente.
Cómo elegir la música adecuada para entrenar
Si bien la música siempre nos ayuda al momento de movernos y recuperar energía, no cualquier música es adecuada, pues según un experto en la materia, Karageorghis, quien estudió los efectos de la música sobre el rendimiento deportivo, las canciones que nos permiten sacar mayor provecho al entrenamiento son:
- Aquellas canciones que poseen ritmo y golpes energéticos que nos permitan acompañar con nuestro movimiento la misma e incrementar la intensidad así como la resistencia. Pues claro, una canción lenta en nada ayudará a cargar pilas.
- Deben contar con un tiempo de 120 a 140 pulsaciones o beats por minuto (BPMs), sobre todo para actividades moderadas. Para entrenamientos intensos como spinning podemos optar por canciones de 180 BPMs, mientras que para actividades de relajación o estiramientos podemos usar canciones de 60 BPMs.
- Las canciones deben ser conocidas y de nuestro agrado, pues de esta forma favorecemos la motivación en mayor medida.
- Las letras de las canciones deben ser positivas, asociadas a buenos eventos y energía agradable, de manera de motivarnos y mejorar nuestro desempeño
- Pueden ser canciones asociadas a momentos de perseverenacia o a situaciones positivas y enérgicas, por ejemplo: una canción que nos recuerde una fiesta u actividad agradable del gimnasio.
La música debe ser la adecuada tanto en ritmo como en otros aspectos si queremos emplearla para sacar mayor provecho al entrenamiento, estando animados, motivados y con un rendimiento óptimo.
Sin embargo, no podremos acompañar con una canción enérgica una actividad relajante, sino que la velocidad de la música debe cambiar en función del entrenamiento y la finalidad del mismo.
Además, es importante cambiar la música cada determinado tiempo, actualizar nuestra lista de reproducción de manera de que no nos resulte monótono sino siempre enérgico y motivador.
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